El consumo de alcohol es tóxico desde el principio del embarazo y causa daños irreversibles en el feto

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Un grupo de 14 personas expertas en trastorno del espectro alcohólico fetal han protagonizado la I Conferencia nacional sobre el tema, que se ha celebrado en la Escuela Andaluza de Salud Pública.

En palabras de uno de estos expertos, “El consumo de alcohol es tóxico desde el principio del embarazo” así de contundente se ha mostrado el Dr. Óscar García, neonatólogo del hospital Clinic durante su presentación en la I Conferencia sobre Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF).

“El consumo de alcohol en la gestación es la primera causa de retraso mental en los países occidentales ya que el alcohol y sus metabolitos atraviesan directamente la placenta, pudiendo producir alteraciones en el neurodesarrollo”, lo que según el Dr. García se produce porque “el embrión no metaboliza bien el alcohol y esto da lugar a que los efectos tóxicos durante la gestación sean muy importantes”.

Según la psiquiatra Nuria Gómez, del hospital Vall d’Hebron, “un 87% tendrá un trastorno de salud mental, sea de conducta, trastorno negativista desafiante, ansiedad o depresión, siendo el más frecuente el trastorno por déficit de atención o hiperactividad (TDAH)”

La Dra. Gómez, ha destacado que “la intervención adecuada a cualquier edad produce mejoría en la calidad de vida de las personas afectas por TEAF.”

La Dra. Consuelo Guerri, del centro de Investigaciones Príncipe Felipe de Valencia, subraya “la importancia de investigar marcadores biológicos que permitan detectar la neuroinflamación y el daño cerebral con el objetivo de desarrollar terapias y prevenir disfunciones cognitivas y neurológicas en niños con TEAF.

EL TRASTORNO DEL ESPECTRO ALCOHÓLICO FETAL (TEAF)

El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) es el término utilizado para agrupar un amplio rango de anomalías físicas, mentales, conductuales y cognitivas que una persona puede presentar cuando ha sido expuesta al alcohol durante su desarrollo prenatal.

La forma más grave dentro del espectro es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF). Sus manifestaciones clínicas pueden aparecer en el nacimiento o en los primeros años de vida, con diferentes grados de gravedad.

Las consecuencias más frecuentes son malformaciones morfológicas, especialmente cráneo-faciales, retrasos de crecimiento sobre todo en estatura y peso y alteraciones del sistema nervioso central, que se manifiesta de manera más prevalente en déficits de atención, lenguaje, memoria, así como alteraciones conductuales, de socialización y aprendizaje.

Estos problemas pueden permanecer toda la vida y podrían atenuarse con una atención adecuada a las personas con TEAF y sus familias.