La vacuna contra la gripe es de máxima importancia este año para prevenir una grave coinfección con la Covid-19

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La vacuna contra la gripe es este año más importante que nunca. No solo puede prevenir la gripe, una infección respiratoria común en la temporada de invierno que puede provocar graves complicaciones, sino también evitar la coinfección con gripe y Covid-19. La coexistencia de ambas infecciones podría ser muy grave, especialmente en los grupos de riesgo para una u otra enfermedad.

En este sentido, la campaña antigripal ya se ha iniciado y SEPAR recomienda la vacuna contra la gripe a todas aquellas personas que pertenecen a algunos de los grupos de riesgo en los que está aconsejada, como enfermos crónicos respiratorios, con patologías cardiovasculares u otras, mujeres embarazadas y mayores con más de 65 años.

La vacuna antigripal se prepara cada año en función de las cepas circulantes del virus de la gripe que se observan del invierno anterior y durante el invierno del hemisferio sur. Con estos datos, la composición de la vacuna antigripal recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la temporada 2020-2021 en el hemisferio norte incluye cambios calificados de “mayores” respecto a la temporada anterior, como son la sustitución de tres de las cuatro cepas y una composición diferenciada, según el modo de producción.

REVACUNACIÓN FRENTE A LA GRIPE

Cada año, la vacunación frente a la gripe se inicia a mediados del mes de octubre, antes de que bajen de forma drástica las temperaturas, puesto que la inmunidad del virus tarda en desarrollarse unas cuatro semanas y las personas que pertenecen a alguno de los grupos de riesgo deben revacunarse cada año.

La revacunación contra la gripe cada año permite reforzar las propias defensas y que estas se adapten a las cepas de gripe que circulan cada año, según informan los organismos como el CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), el ECDC (Centro Europeo para el Control de Enfermedades) y el Ministerio de Sanidad.

IMPACTO DE LA GRIPE

La gripe no es una infección banal y, además, es masiva, ya que puede afectar a un gran número de personas cada año. Así, en la temporada 2019-2020, hubo en España 619.000 casos de gripe confirmados en atención primaria y 27.700 hospitalizaciones. Se registró una tasa acumulada de casos graves hospitalizados con gripe confirmada, de 17,7 casos/100.000 habitantes y el 47 % de estos casos se concentraron en los mayores de 64 años. Debido a la gripe, hubo 1.800 ingresos en UCIs y 3.900 muertes fueron atribuibles a la gripe, según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE) del Instituto de Salud Carlos III.

Este año las autoridades sanitarias y sociedades científicas como SEPAR hacen un llamamiento para aumentar estos porcentajes para que las personas puedan protegerse tanto a sí mismas como a los demás. Vacunarse frente a la gripe permite prevenir la enfermedad en uno mismo, así como sus complicaciones, ingresos hospitalarios y muertes relacionadas con ella, pero también evita contagiar a otras personas.

Los grupos de riesgo en los que esta vacuna es especialmente útil son los enfermos crónicos respiratorios, con asma u otras afecciones, los cardiológicos, con diabetes, obesidad o problemas metabólicos; las embarazadas en cualquier trimestre del embarazo y los ancianos.

Los profesionales sanitarios, aunque no estén enfermos, son personal esencial, que está muy expuesto y con potencial para contagiarse y para contagiar a otros pacientes, en caso de caer enfermos. Por ello, es deseable llegar a una cobertura mínima de vacunación frente a la gripe del 75% entre el personal sanitario. La vacuna también se recomienda en otras profesiones y servidores públicos, como los cuerpos de seguridad, bomberos y policías, e incluso los maestros, al estar también muy expuestos a la infección debido al contacto con niños que puedan haber enfermado de gripe. El objetivo en todos estos casos es doble: que estos profesionales no contraigan la infección y que no sean transmisores.

Asimismo, hay otra vacuna de interés para prepararse frente a la gripe, que es la vacuna antineumocócica. Esta vacuna está indicada en personas mayores de 65 años o con enfermedades cardiorespiratorias crónicas, entre otras.

Permite prevenir el desarrollo de la neumonía, que es una de las principales y más graves complicaciones causadas por la gripe. Hay dos presentaciones de la misma: por un lado, la vacuna polisacárida 23-valente (que contiene 23 serotipos), financiada por el Sistema Nacional de Salud, y para la que el paciente debe revacunarse cada 5 años; por otro lado, la vacuna conjugada 13-valente, que se administra una sola vez porque confiere una inmunidad frente a la neumonía más duradera, para toda la vida.