«La enfermería rural es una experiencia que te enriquece mucho a nivel personal»

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Juan Manuel Espínola se graduó como enfermero en la Universidad de Castilla-La Mancha. Concretamente, cursó sus estudios en la Facultad de Terapia Ocupacional, Logopedia y Enfermería en Talavera de la Reina, que además es donde desempeñó su labor asistencial en el medio rural. Actualmente, trabaja en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander (Cantabria).

La enfermería rural es una especialidad que está en desarrollo y que todavía no es muy conocida en España. ¿En qué consiste exactamente?

La verdad es que la enfermería en el medio rural siempre ha estado presente. Es la enfermera que desempeña los cuidados de la población en el ámbito de la Atención Primaria de Salud. Lo que está en desarrollo es una fuerte implantación de las especialidades de enfermería.

Hay enfermeras que optan por realizar algunas de las especialidades formándose durante dos años como enfermeras internas residentes (EIR) o bien a través de la vía excepcional. En este caso para desempeñar laborales asistenciales de enfermera especialista en zonas rurales o centros de salud,  la especialidad a la que pertenecen estas competencias es de Familia y Comunitaria.

Lo que pasa es que, actualmente, no se requiere esta especialidad en los puestos de Atención Primaria de Salud y son las enfermeras generalistas las que estamos desempeñando excelentes cuidados a la población en todas zonas básicas de salud.

¿Cuáles son las principales funciones de un enfermero en el ámbito rural y que diferencias existen con el profesional que ejerce su trabajo en la ciudad?

La enfermera rural no difiere mucho de la de ámbito urbano. Realiza atención en consulta, atención domiciliaria (a pacientes inmovilizados y terminales), atención de urgencias continua y educación para la salud.  Llevamos a cabo programas de salud dirigidos a ancianos, adultos y niños dónde se realizan controles que pretenden incrementar la salud de nuestra comunidad y la de sus familias.

¿Cómo es un día de un enfermero rural?

Pues, en mi caso, el día empezaba con un gran madrugón. Lo primero a lo que me enfrentaba es a la carretera, trayectos a menudo largos y con carreteras tortuosas, incluso con el peligro de que animales se te cruzan de camino al trabajo.

Al llegar al centro de salud, se da el relevo a la enfermera de atención continuada. A partir de este momento, según la agenda, que ya tenía organizada previamente, atiendes a la población. Acuden pacientes programados a la consulta, vas a los domicilios y, por supuesto, atiendes las urgencias que pudieran surgir en un horario de ocho de la mañana a tres de la tarde.

Se realizan muchas curas de heridas, vacunaciones, extracciones sanguíneas y mucho más. A partir de las tres horas de la tarde, se centraliza la actividad de urgencias en el centro de salud, lo que se conocen como “las guardias”. Además de todo esto, se realizan reuniones de equipo que son organizativas o clínicas para tratar aspectos relacionadas con la forma en la que debemos abordar nuestro trabajo.

¿Qué aspectos positivos tiene trabajar en el ámbito rural?

Sin duda, lo que más me atrae es la cercanía con el paciente. Tener la oportunidad de realizar una seguimiento tan estrecho de la salud de las personas es muy gratificante.

Las personas que acuden a la consulta de enfermería dejan de ser pacientes y se convierten en Juan, Josefa, Marcela… Personas que conoces bien y sabes muchísimos aspectos de su vida. Además, otra de las cosas buenas que tiene es que te cercioras, de primer mano, de que tu trabajo sale adelante, que tus intervenciones están dando sus frutos y que los pacientes comienzan a tomar en consideración tus recomendaciones. Eso me hace sentirme orgulloso y estar feliz en mi trabajo.

De todos los momentos que has vivido como enfermero rural, ¿podrías destacarnos uno que te haya marcado? ¿Qué es la cosa más extraña que has visto siendo enfermero?

Son muchas las historias de vida de las que eres participe, tantas como personas a las que atiendes, pero es en las situaciones de urgencia dónde te enfrentas a momentos límite que te marcan y nunca olvidas.

¿Recomendarías trabajar como enfermera rural?

Por supuesto. Es un perfil laboral en el que creo que encaja una persona cercana y que disfrute mucho del contacto directo con el paciente. La enfermería rural es una experiencia que le gustaría experimentar a muchos enfermeros y de la que te enriqueces mucho a nivel persona.