Gemelos y mellizos, más que hermanos

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El vínculo especial de los hermanos que comparten gestación es una realidad. Gemelos y mellizos sienten una conexión única de por vida. Su presencia cambia radicalmente la vida de las familias que deben aprender a entender su mundo

La llegada de un nuevo miembro a la familia es siempre sinónimo de alegría, pero las inquietudes y preocupaciones son algo inevitable más aún cuando se trata de gemelos y mellizos.

Un embarazo de este tipo necesita de más cuidados ya que, además, suelen nacer prematuramente y con algunos problemas aunque, curiosamente, luego suelen ser personas más longevas.

Pese a que actualmente se ha producido un descenso de la natalidad, el aumento de tratamientos de reproducción asistida ha elevado la tasa de embarazos múltiples.

Los gemelos son idénticos y derivan de un óvulo fertilizado que se divide en dos y, por tanto, siempre tienen el mismo sexo, aspecto idéntico y comparten ADN y genética. Los mellizos se desarrollan a partir de dos óvulos y no comparten idéntido ADN y pueden ser de diferente sexo.

LA IDENTIDAD PROPIA DE CADA NIÑO

Los expertos insisten en la importancia de tener en cuenta la identidad de cada uno de los bebés. El proceso de individualización es un tema muy estudiado en la psicología infantil ya que, desde los dos años, el niño se reconoce como alguien con identidad propia.

Que se les llame por su propio nombre y no generalizando como “los gemelos”, o “los mellizos”; reconocer sus propios méritos y no compararles; que realicen actividades extra escolares por separado o tengan grupos de amigos diferentes, además de los compartidos, es algo necesario en este proceso, según indican los expertos.

Las  vivencias de cada uno a lo largo de la vida irán conformando aspectos diferenciales en la personalidad.

“También hay falta de autoestima resultante de la comparación que han percibido en los diferentes ámbitos de su vida, y la imposición implícita de expectativas sobre ellos de manera conjunta, que no siempre han podido satisfacer”.

UN MUNDO PENSADO PARA GEMELOS Y MELLIZOS

Hace ocho años que Adriana Rodríguez-Miranda Sánchez fue madre de mellizos. Fue entonces cuando, durante su baja maternal, creó el blog: Somos múltiples

“Poco a poco se convirtió en el portal de información sobre múltiples más relevante de habla hispana y, en 2012, se incorporó al proyecto Coks Feenstra, una psicóloga infantil de reconocido prestigio que lleva dos décadas investigando el mundo de los gemelos”, comenta Adriana.

“El gran libro de los gemelos”, obra de Feenstra, es sin duda uno de los documentos más prácticos sobre este tipo de hermanos, desde el embarazo a la edad adulta.

Algo que destacan los padres de estos niños múltiples son las preguntas incomodas a los que la sociedad les somete.

“Es increíble lo que llama la atención una persona con un vehículo de bebés doble y triple. Además de mirar y tocar a tus niños hay gente que dice lo primero que se le pasa por la cabeza”, comenta Adriana.

IGUALES PERO DIFERENTES

Cuando los hermanos son de distinto sexo, los mellizos, es más fácil que encuentren su propia identidad ya que, al no ser idénticos, comparten menos amigos. Aún así hay que aceptar que cada niño es diferente y uno puede tener más necesidad que el otro o alguno puede tener dificultades para socializar.

Ese es el caso de los hijos de Adriana: “Ser niño y niña les favorece, pero están super unidos y juegan juntos desde que se levantan hasta que se acuestan. En casa les llamamos “Pimpinela” porque no dejan de discutir, pero tampoco pueden vivir el uno sin el otro”.

Al estar siempre acompañados, los múltiples no tienen tanta necesidad de hacer amistades; hecho que no debe preocupar si se da en los primeros años, apunta la psicóloga Martínez Novoa.

“Mi hija es muy extrovertida y cariñosa, el niño es menos sociable. Iban juntos a la guardería pero, en el colegio, les separamos porque él tenía gran dependencia de ella y no era capaz de hacer amigos. Con trabajo y tiempo, dio un cambio y ahora tienen amigos comunes y grupos separados”, asegura Adriana.

Los gemelos acostumbran a compartir todo, por lo que la separación prolongada suele ser dolorosa, ocasionando en ciertas situaciones una falta de adaptación, incide la psicóloga.

“Es cuestión de buscar el punto medio entre compartir y disfrutar de las ventajas que proporciona su vínculo, pero también favorecer una vida autónoma”, destaca Martínez Novoa.

Asimismo, para Adriana “la idea de vestirles iguales es bonita, pero poco práctica, ya que dificulta a otras personas que les distingan y no fomenta su individualidad. Además, muchos gemelos adultos aseguran recordarlo con desagrado; así que, por lo general, se opta por diseños complementarios”.

Los sentimientos de competitividad es otro fenómeno común entre este tipo de hermanos.

Según la psicóloga “se dan ciertas diferencias entre los logros de uno, de manera que suscita la comparación. Uno se siente inferior y el otro disimula sus logros para evitar que sufra su gemelo. De esta forma surge una dinámica de relación carente de naturalidad”.

Adriana, como madre, asegura que “las comparaciones son frecuentes y, en ocasiones, pueden resultar crueles especialmente cuando los niños ya tienen una edad”.

UNA CONEXIÓN ESPECIAL

Uno de los fenómenos más populares torno a gemelos y mellizos es sobre la existencia conexiones especiales –tipo telepatía-, pero en realidad más que tratarse de algo mágico tiene que ver con las experiencias compartidas.

Los gemelos, mellizos, trillizos… se conocen muy bien, algo que también sucede en relaciones estrechas de amistad o pareja y es por ello que son capaces de saber lo que piensa el otro o terminar sus frases.

Para la psicóloga “los gemelos idénticos suelen compartir gustos que les llevan a desarrollar una vida similar, así como el compartir edad y tener los mismos amigos, lo que favorece el vínculo, pero ello no implica algo extraordinario que se mantenga de por vida”.

Aún así existen casos que aseguran sentir premoniciones de que algo le sucede al otro; tristeza cuando están separados; dolor cuando lo siente su hermano; o son capaces de anticipar su visita.