Una de las principales causas de defunción, enfermedad y empobrecimiento: el tabaco

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  • El tabaco mata cada año a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890 000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.
  • El 31 de mayo de cada año la OMS celebra el Día Mundial sin Tabaco, cuyo objetivo consiste en señalar los riesgos que supone el consumo de tabaco para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de dicho consumo. El consumo de tabaco es la segunda causa mundial de muerte, tras la hipertensión, y es responsable de la muerte de uno de cada diez adultos.

El humo del tabaco contiene más de 4000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer.

En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita. En las mujeres embarazadas ocasiona bajo peso ponderal del recién nacido.

Casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos.

El humo de tabaco ajeno causa alrededor de 890 000 muertes prematuras cada año.

La mayoría de los fumadores que conocen los peligros del tabaco desean dejarlo. El asesoramiento y la medicación pueden duplicar con creces la probabilidad de que un fumador que desea abandonar el tabaco lo consiga. Solo 24 países, que representan el 15% de la población mundial, disponen de servicios nacionales integrales para ayudar a los consumidores a dejar de fumar.

La prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco puede reducir el consumo. El costo del consumo de tabaco se mide en función de la enorme carga de morbilidad, el gran sufrimiento y las muchas dificultades familiares que ocasiona. La economía también sufre a consecuencia del aumento del gasto sanitario y la merma de productividad.

Dejar el tabaco no es fácil, ya que la dependencia es un conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos. Muy pocos consumidores de tabaco pueden dejar el hábito con éxito al primer intento. Pero existen indicios sólidos de que puede lograrse. Desde libros y consejos para dejar de fumar hasta medicamentos con receta, existen muchas formas eficaces de dejar el tabaco. La mayoría de los consumidores de tabaco son adictos a la nicotina, y les resulta difícil dejarla por iniciativa propia. Todos los fumadores que abandonan el tabaco obtienen beneficios inmediatos y a largo plazo.

Fuente: www.who.int