Los 10 mandamientos de la EPOC

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La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que causa dificultad para respirar por una limitación persistente del flujo aéreo cuya incidencia en España es cada vez mayor. Actualmente afecta al 10,2 por ciento de la población de 40 y 80 años, unos 2,1 millones de personas, y causa unas 18.000 muertes.

   El problema, ha explicado el jefe de Servicio de Neumología del Hospital La Princesa de Madrid, Julio Ancochea, es su elevado infradiagnóstico, superior al 70 por ciento, lo que hace que más de 1,5 millones de pacientes desconozcan que tienen la enfermedad, lo que dificulta su tratamiento.

   Con motivo del Día Mundial de EPOC que se celebra este miércoles 18 de noviembre, este experto explica a Infosalus que en un reciente encuentro con el neumólogo Bartolomé Celli, del Brigham and Women`s Hospital de Boston (EEUU) diseñaron una especie de "Diez mandamientos" que los pacientes y los profesionales sanitarios deberían cumplir para poder mejorar el abordaje de esta enfermedad.

1. No fumarás. Podría considerarse como una regla de oro para los pacientes cuando son diagnosticados, ya que en la mayoría de casos está provocada por la inhalación del humo del tabaco, principal factor desencadenante de la enfermedad. Hasta el 70 por ciento de los pacientes con EPOC son o han sido fumadores. De hecho, hay quienes incluso plantean que la enfermedad debería llamarse "tabacosis".

   2. Te moverás. La actividad física es clave a la hora de mejorar el pronóstico y la calidad de vida de estos afectados. La enfermedad provoca cansancio y falta de energía, pero hay que sobreponerse y hacer un poco de ejercicio para evitar que empeore la función pulmonar. De hecho hay estudios que apuntan a que ayudan a mejorar la calidad de vida e incluso tiene un impacto en la supervivencia de estos pacientes.

   3. Sospecharás. Los principales síntomas de la EPOC son la disnea, la expectoración o la tos, y en muchos casos los afectados los atribuyen a procesos menos complejos como catarros o al propio tabaco, en el caso de los fumadores. Sin embargo, si continúan es preciso acudir a la consulta porque puede tratarse de algo más grave.

   4. Diagnosticarás. La presencia de la enfermedad se confirma mediante una prueba de espirometría, que mide cómo funcionan los pulmones, incluida la cantidad y velocidad de flujo de aire hacia dentro y fuera. Es indolora y debe hacerse ante cualquier sospecha en función de los síntomas y los antecedentes de tabaquismo que presente el paciente.

   5. Educarás y fomentarás el autocuidado. La concienciación del paciente es clave, una vez diagnosticado, para garantizar un correcto seguimiento de su tratamiento, lo que se conoce como grado de adherencia a la medicación. En la EPOC, por desgracia, está en torno al 50 por ciento.

   6. Estratificarás. Es preciso conocer el nivel de gravedad de la enfermedad, en función de los síntomas y de la historia clínica del paciente, de cara a seleccionar el tratamiento más adecuado.

   7. Fenotiparás. Asimismo, también se han determinado cuatro fenotipos para diferenciar clínicamente la enfermedad y poder personalizar el tratamiento. El tipo A o EPOC no agudizadora (con enfisema o bronquitis crónica); el tipo B o EPOC mixta con asma (tenga o no agudizaciones frecuentes); el tipo C o EPOC agudizadora con enfisema; y el tipo D o EPOC agudizadora con bronquitis crónica.

   8. Broncodilatarás. La base del tratamiento farmacológico de la EPOC es la broncodilatación, para permitir que los bronquios y bronquiolos se dilaten y favorecer el flujo de aire a los pulmones y mejorar el control de los síntomas. En los últimos años están comenzando a combinarse varios broncodilatadores con diferentes mecanismos de acción para mejorar la función pulmonar.

   9. Prevendrás exacerbaciones. Se trata de evitar el empeoramiento mantenido de los síntomas propios de la EPOC, como la tos, la disnea o la expectoración más allá de la variabilidad diaria habitual y, en ocasiones, precisa incluso un cambio de tratamiento. Los pacientes pueden necesitar semanas para recuperarse. Y para prevenirlas, la clave está en cumplir con la medicación prescrita.

   10. Coordinarás una atención integral. Es necesario mejorar el abordaje multidisciplinar de la enfermedad y favorecer la colaboración entre los especialistas y los médicos de Atención Primaria para tratar de reducir el actual infradiagnóstico de la enfermedad.