Nuevo enfoque para el desarrollo de un tratamiento farmacológico para la obesidad

La proteína Asc-1 regula la formación de adipocitos beige quemagrasas o adipocitos blancos que almacenan grasa, lo que puede tener un impacto en el desarrollo de enfermedades metabólicas.

Así lo demuestra un estudio actual del Helmzholtz Zemtrum München y el Centro Alemán para la Investigación de la Diabetes. Los resultados abren nuevos enfoques para prevenir el desarrollo de enfermedades metabólicas.

No toda la grasa es igual: hay tejido adiposo blanco, marrón y beige. Mientras que los glóbulos blancos sirven como reservas de energía, el exceso de energía se quema en el tejido adiposo marrón y beige.

Demasiada grasa blanca no se considera saludable. Si el tejido adiposo blanco aumenta significativamente en adultos con obesidad, se pueden desarrollar enfermedades metabólicas, como la diabetes o el síndrome metabólico.

La situación es diferente en los niños: la formación inicial de tejido adiposo blanco es un requisito previo para un metabolismo saludable, pero, ¿en qué se diferencia el tejido adiposo adolescente del tejido adiposo blanco del adulto?

Para dar respuesta a esta pregunta, los científicos investigaron la composición del tejido adiposo blanco de ratones jóvenes y adultos mediante la secuenciación de ARN unicelular.

Asc-1 promueve la formación de adipocitos blancos

Los investigadores encontraron que el tejido adiposo adolescente difiere mucho de la grasa blanca adulta, especialmente en términos de las propiedades y la composición de las células precursoras de la grasa.

Los investigadores descubrieron un subgrupo especial de células precursoras de grasas en el tejido adiposo adolescente que contienen la proteína Asc-1, que, por lo demás, está presente en los adipocitos maduros. Estas células precursoras se diferencian predominantemente en adipocitos blancos y se suprime activamente la formación de adipocitos beige “sanos”.

En más investigaciones biológicas celulares, el equipo de la primera autora, Lisa Suwandhi, pudo demostrar que la pérdida de la función Asc-1 promueve la formación de adipocitos beige.

Estos conocimientos sobre los procesos fisiológicos del crecimiento del tejido adiposo permiten desarrollar nuevas estrategias para prevenir las consecuencias metabólicas nocivas de la obesidad. De hecho, los investigadores ya están aplicando más este enfoque.

Actualmente, se están estableciendo estrategias para modular la función de Asc-1 en el tejido adiposo del organismo vivo y explorando formas de promover la expansión del tejido adiposo saludable.

El objetivo es ayudar a los pacientes obesos a mantener un metabolismo saludable en el futuro y, así, ganar tiempo para tratar la obesidad con un enfoque holístico.